EL FIN...
Intento dormir, pero estoy demasiado pendiente de los ruidos de la cama de al lado. El sonido al levantar una pierna, el intento de levantar la otra, una respiración arrítmica… de repente silencio y mi corazón multiplica su velocidad, pero enseguida se vuelve a escuchar la respiración.
Se que no voy a poder dormir tranquila, así que me levanto del sofá y coloco el sillón junto la cama. En seguida vuelvo a escuchar el ruido familiar del intento de levantar la pierna.
- Ya te ayudo yo, Papa –
No duermo mucho, pero no me atrevo a dejarle solo; ya nos han avisado que se está apagando.
Es duro verle tan incapacitado, apenas puede hablar porque no puede ni beber ni comer, pero reconforta cogerle de la mano, darle un masaje en los pies como a el le gusta…
Es sábado por la noche, y el cambio día a día es brutal; las pilas se agotan y no podemos hacer nada por evitarlo, solo tenemos tranquilizantes y cariño.
Ya no habla, ni nos da la mano; esta sumido en un profundo sueño del que no creemos que despierte, todos sabemos que el final esta cerca y no quiero dejarle solo.
Mi hermano y yo no queremos separarnos de su lado, pero es inevitable quedarse adormilado, Ángel en el sillón y yo en la cama con mi padre.
Nos despertamos sobresaltados al darnos cuenta de que mi padre ha despertado.
- Papa, papa!! – Mi padre sonríe al vernos – Si que has dormido… como te encuentras?- él solo contesta con movimientos de cabeza, haciéndonos entender que regular. Mi madre viene enseguida.
- Mira, mama esta aquí – Nos sorprende al estirar el brazo para coger de la mano a mi madre.
Al poco rato vuelve a estar profundamente dormido, pero de vez en cuando se le escapa alguna sonrisa.
- Que tienes sueños? – él me contesta que sí, lo que me da mucha paz saber que a pesar de todo tiene sueños felices.
Pero ya no volvió a despertar, su respiración se hizo mas ronca y mas forzada. Tenía tantas ganas de vivir, tantas ganas de conocer a su nieto…Mi tío nos alentaba a hablarle al oído, decirle que no tuviese miedo, que no se resistiese.
Quizás fuese una tontería, quizás eso le ayudó y también nos ayudaba a nosotros, pero esas ultimas horas tan difíciles no se alargaron mucho. Dejó de oírse la respiración ronca y, rodeado de su familia, se apagó.
- No tengas miedo papa, no te resistas. Vayas donde vayas podrás ver al niño… -
4 Comentarios:
:*
Lo siento, Meiko...
Esto me recuerda a que yo en su día pasé por lo mismo :( pero la vida sigue y creo que tu padre estará muy orgulloso de ver como sigues adelante :)
Un abrazo bien fuerte ^_^ Ánimos niña!!!
Mucho animo Meiko, ahora adelante si?
Un abrazo, y para lo que sea... muacks!!
No he estado nunca en una situación similar; sin embargo, creo saber lo que se siente y dejame decirte que lo siento mucho.
Pero tienes fuerza de corazón y Dios te dará la sabiduría para saber que este es sólo un lugar de paso.
Muchos éxitos y valentía.
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