sábado, enero 27, 2007

TERAPIA DE GRUPO

En mi empresa todos los viernes se hace horario de media jornada y hace un par de semanas, aprovechando que era el cumpleaños de Blancanieves, decidimos irnos unos cuantos a comer al salir de currar.

Y allí estábamos de tapeo Blancanieves, su novio el Pupas, la Cocinitas, la Cano y yo. Hablábamos de trabajo, de ciudades donde nos gustaría vivir, del catalán, de las amistades… hasta que la conversación fue tomando un derrotero más personal.

Entonces la Cocinitas nos explico que hace muchos años ella y su marido tenían un restaurante que, por circunstancias que desconozco, les llevo a la ruina. Les quitaron el negocio, les quitaron la casa y, con un niño pequeño, no tuvieron más remedio que tragarse el orgullo y pedir ayuda a la familia y los amigos (esos a los que no les importaba ir a comer de gratis a su restaurante).
La sorpresa se la llevaron cuando los amigos no quisieron saber nada, la familia de su marido les dio las espalda diciendo que si ellos se habían metido en eso ellos solos tendrían que salir.
Con ayuda de la familia de ella, trabajando muchísimas horas y durante muchos años consiguieron pagar las deudas y salir adelante. Nos decía que la experiencia la habia convertido en una persona mas desconfiada y con mas malicia, que ya no tiene un grupo de amigos porque su mejor amigo es su marido.

La Cano explico que cuando murió su padre de un infarto cerebral, dejando a su familia con algunos problemas económicos, toda la familia les decía que no se preocupasen que les ayudarían… pero poco tiempo después del entierro las buenas intenciones quedaron en solo palabras y que ellos solos se han tenido que espabilar para salir adelante.


Hoy hemos vuelto a quedar para comer, esta vez sin la Cocinitas pero se ha venido la Pitu.

Ella nos ha explicado que hasta hace poco habia tenido un problema de salud que la hacia engordar muchísimo llegando a pesar mas de 100 kilos, encerrada además en un matrimonio (de 26 años) totalmente infeliz. Tres veces habia intentado separarse sin reunir el valor suficiente.
Se hizo una operación de estomago y le encontraron que tenia un problema de tiroides y desde entonces empezó a adelgazar otra vez hasta llegar a los 57 kilos que pesa ahora. Gracias al apoyo de una persona especial que apareció en su vida (después de 35 años sin verse) y a algunas amigas consiguió el valor para dejar a su marido.
Ahora nos confiesa que se siente muy bien consigo misma, por fin se atreve a mirarse al espejo, ha aprendido a vivir sola y ha recuperado la sonrisa.

Y después de estos viernes de terapia de grupo no puedo evitar volver a mi casa pensando “¿Y yo de que me quejo? Mis problemas son una chorrada comparado con lo que pasa mucha gente”. Vuelvo con mas optimismo, con ganas de afrontar cualquier cosa y con la certeza de que no dejare que nadie me amargue la vida.

1 Comentarios:

A las 27 enero, 2007 14:02, Blogger Drowngirl dijo...

Pues me parece muy bien, y si hay veces que nos quejamos y obviamente no es nada comparado con lo de otras personas, que decidas que nadie te amargue esta muy bien, yo opino lo mismo

 

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