MONOTONIA

Poco a poco voy recuperando la monotonía perdida. El tener que levantarme cada día a una hora, aguantar las horas de trabajo como buenamente puedo. Llegar a casa y lo primero que hago es encender el ordenador, saludar a la gente y luego ya comeré.
Algunos días hago siesta y luego al gimnasio con la niña de ojos azules, otros simplemente improviso.

Pero echo de menos que alguien me espere después del trabajo, preparar comida para dos, sentarnos juntas a ver una película… echo de menos el cariño, que me den un beso en el cuello mientras frego los platos, un abrazo cuando vengo estresada del trabajo, conversar antes de dormir.

Pero no hay nadie que me haga sentir que vale la pena arriesgarse, hace tiempo que no imagino a nadie a mi lado. Al contrario, pensar en una relación seria con alguien hace que me den ganas de salir por patas…