RELATO

Entramos en su casa y yo iba con el propósito de hacerme la dura, no lo iba a tener tan fácil conmigo.
Sin consultarme, vi como se decidía a poner música y en pocos segundo empezó a sonar “roads” de Portishead, que con la tenue luz de la lámpara daba un toque muy sensual a la habitación.
Nos sentamos en la cama y me encendí un cigarro para disimular mis nervios… “tengo que controlar la situación…” Estábamos sentadas muy cerca la una de la otra, nuestras rodillas se tocaban y yo sentía demasiado fuerte ese leve roce.

- Me dejas fumar un poco, no? – me dice mientras coge el cigarro de mis manos rozando suavemente mis dedos y me mira fijamente a los ojos mientras le da largas caladas… Esa mirada hace que me estremezca pero lo disimulo lo mejor que puedo, pero ella se acerca a mi diciendo: - se que nos están esperando… pero no tengo ganas de irme…-

Mi corazón empieza a latir mas deprisa a medida que ella se acerca, y en un arrebato la cojo por la nuca y la atraigo hacia mi para acabar con la distancia que nos separa… pero antes de rozar sus labios me desvió hacia su oído y le susurro – pues no te vayas…- y le muerdo suavemente el lóbulo de la oreja. Recupero mi cigarro y sigo fumando como si no hubiese pasado nada… tenia que escapar de la proximidad de su cuerpo si quería mantener la calma así que me levanto a pagarlo pero al girarme me encontré frente a frente con sus labios, que me invitaban a unirme a ellos en un dulce beso.

Cuanto tiempo había estado esperando este momento? Y porque había pensado en resistirme? Ya nada tenia importancia excepto el sabor de sus labios, mis caricias por su rostro, su cuello, su espalda. La abracé fuertemente temiendo que algo tan perfecto pudiese desaparecer, y ya solo podía sentir mi corazón desbocado y su cuerpo junto al mío.

Mis manos cobraron vida propia anhelando el contacto con la piel y, mientras seguía besándola, empecé a quitarle la camiseta empujándola suavemente hacia la cama… su piel era tan suave… su cuello me llamaba y le correspondí con besos seguidos de mi lengua buscando el sabor de su piel. Sus manos me desnudaban con urgencia mientras me comía con la mirada y nuestra pasión nos consumía.

Acabe de desnudarla con la urgencia de sentir toda su piel en contacto con la mía, la necesidad de hacerla mía aunque solo fuese esta vez… mis manos y mi boca se unían descubriendo cada rincón de su cuerpo sin saber muy bien donde pararse, hasta que mis dedos llegaron a sus pechos, jugando con sus pezones mientras mi lengua describía círculos en su vientre.

El deseo se apoderaba de mi y lo único que quería es hacerle sentir lo que yo sentía, así que mi lengua se decidió a seguir bajando, lentamente, regodeándome en la dulce agonía de la espera. Besé la parte interior de sus muslos, recorriendo con mi lengua sus ingles, sintiendo como su cuerpo pedía mas hasta que di fin a la espera adentrándome entre sus piernas dándole el placer que las dos ansiábamos.
Mi lengua le pasa el relevo a mis dedos, mientras la abrazo y la beso, queriendo que nuestros cuerpos se fundan en uno solo, porque su placer es el mío, y en este momento nada tiene importancia, todo pierde sentido, excepto nuestros cuerpos haciendo el amor…


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Hoy he encontrado este relato que escribi hace mas 2 años en un momento de locura transitoria y creo que nunca publique en ninguna parte.

No seais muy criticas conmigo porque, al fin y al cabo, no sabia lo que hacia :P