EL SUSTO DE MI VIDA

Hace ya mas de un mes que decidimos resolver el echo de que por las noches se quedase la chucha en la cocina (de los pocos lugares de la casa sin moqueta) por su problema de incontinencia (recordemos que la perrilla tiene 16 años y no puede evitarlo).

Compramos una puerta para gatos grandes, y la pusimos en la puerta del cobertizo que hay en el jardin (todavia me parece curioso de “schuppen”, la palabra alemana para cobertizo tambien signifique caspa).
La chucha, que es super lista, aprendio a utilizarla en solo 3 dias. Y desde entonces, cuando nosotras estamos en el trabajo o la noche no es muy fria, Blackie se queda en el jardin, y puede ir a dormir al schuppen, donde tiene su cesto y una pequeña estufa (que todavia hace frio por aqui).

Bueno, a lo que iba... El sabado meine Frau y yo nos fuimos de excursión a Schwerin (la capital de la región) que tiene un palacio en una pequeña isla en un lago y, segun las fotos que yo habia visto, era muy bonito.
Asi que pasamos el dia haciendo turismo, y cenamos (a las 6 de la tarde) en un restaurante tipico aleman (estamos muy tipicas ultimamente :P).

Para cuando llegamos a casa eran ya las 8 de la noche, y yo iba con el principio de mi tipico yuyu de barriga (las que me conocen ya saben de que va).
Aparcamos el coche y vemos que la puerta del jardin esta abierta... mierda mierda mierda. Meine Frau sale corriendo a mirar si la chucha está en el Schuppen mientras yo me cago en la tia de correos que no ha cerrado bien a puerta.

La chucha no estaba... y ya me diras como buscas a una perra casi negra en la noche, y que ademas es sorda y no responde a las llamadas. Como a veces parece que si que escucha los silbidos me puse a caminar por el barrio silbando, pero ni rastro de la chucha. (Tambien hay que decir que vivimos al final del pueblo lo que mas hay por aqui es campo).

En seguida volvi a casa porque me dolia mucho la barriga y ademas no veia ni torta por estos caminos de tierra. Meine Frau me dijo que me quedase en casa que ella saldria con el coche a buscarla, y mientras yo esperaba me imaginaba lo peor: que se habia ido hacia la carretera, que alguien se la habia llevado (aunque seguro que nos la devolveria despues de ver su incontinencia), o yo que se que cosas mas.

Por suerte meine Frau encontro a Blackie al final de una calle paralela a la nuestra, donde no hay ni una sola luz, ni ninguna casa. La chucha estaba para delante de la puerta de un campo, enfadadisima porque nadie le abria la puerta.

Menos mal que todo quedó como un susto nada mas... pero el mal rato no me lo quita nadie.