DIE POST

De pequeños todos fantaseamos con lo que queremos ser de mayor (veterinario, medico, bombero…). Pues yo de pequeña fantaseaba con trabajar en Correos, y descubrir cómo funcionaba la magia para que mis cartas llegasen tan pronto (3 o 4 días) a otras puntas de España. Por entonces no sabía que hay un gran porcentaje de vagos entre los funcionarios de Correos.

Los veranos siempre los pasaba con mi familia en el pueblo de mis padres. Allí me juntaba con mis primas y su grupo, formando un buen conjunto multiculti español: gente extremeña local, de Madrid, Barcelona, San Sebastián, Santander, Zaragoza, Toledo…
Y claro, en esa época no teníamos ni mensajes SMS ni, por supuesto, internet. Así que seguir en contacto con toda la gente solo era posible por carta (que el teléfono era muy caro).

Y a mí me encantaba. Creo que llegue a cartearme con más de 15 personas. Un día me llegaron 12 cartas a la vez: Yo bajaba ilusionada al buzón para saber si tenía algo cuando me encontré al cartero que me dijo: “así que eres tú la que me da tanto trabajo…”. Yo me lo tome como un cumplido, aunque ahora supongo que este debía ser otro de los vagos de ese %.

Pero llego la era de los teléfonos móviles (y con él esa odiosa manía de comerse letras) y el correo electrónico. Y si, reconozco que es genial poder comunicarse a tanta velocidad, y que también me hace mucha ilusión cuando alguien me escribe.
Pero ya no es lo mismo… Se ha perdido la costumbre de escribir a mano (y con ello el tener que descifrar a veces la letra de algunas personas), la emoción cuando el cartero pica al timbre. Además cuando llega una carta, lo normal (y menos vago) es tardar un día o dos en contestar y entre que llega al destinatario, este también tarda un par de días en contestar y enviar, y vuelve la respuesta, ya han pasado suficientes cosas como para escribir otra carta sin repetirte hasta la saciedad.

Y todo este rollo a que viene? Pues el otro día me llegó una carta de mi madre (porque me mandaba una autorización que tenía que firmar…) y me hizo muchísima ilusión, y me ha entrado la morriña del correo.


No hay nadie a quien le gusten tanto estas cosas como a mí? Nadie quiere escribirme alguna cartita…? please… :(