EL 1/4 DE SIGLO
Un cuarto de siglo, que son 25 años... el tiempo que hace falta para que una boda sea de plata, es el tiempo que necesita cualquier aniversario para empezar a tener importancia, es la edad en que ya se te deja de considerar joven (para las cuentas bancarias para jovenes, el carnet jove de la Generalitat...).
Y eso son los años que he cumplido hoy, aunque no me siento mas vieja. Me miro al espejo y me veo igual que cuando tenia 18 años (incluso hay gente que todavia me los echa), y los años intentan subirse a la chepa para que pesen.
Miro a la gente de mi alrededor, esas personas de mi edad con las que he compartido el colegio o instituto, vecinos, conocidos... Casi todos casados o emparejados, con hipotecas o hijos, todos con ciertas cargas familiares. Y aquí sigo yo, viviendo casi como si tuviese 18, aunque al menos he conseguido independizarme.
Y la verdad es que me alegro de no creerme mucho la edad que tengo, no quiero madurar demasiado y cada día intento no olvidarme de lo que era ser pequeña.