INCOMUNICADA

A las 7 de la mañana, medio borracha y cansada después de una noche de fiesta loca (bueno, loca no pero si inesperadamente divertida) llegué a casa con la niña de ojos azules y la leganya.
Después de sacar a mi chucha (sorda, no infernal) decidí ir al blog de mi (últimamente) poco comunicativa novia y me encuentro un post que demuestra que su comportamiento de esta semana no eran paranoias mías.
Y es entonces cuando ya no pude soportar mas la careta de “aquí no pasa nada, todo es maravilloso de la muerte” y me derrumbé (el alcohol también hace su papel), me metí en la cama con la intención de que el sueño borrase todo lo que venia a mi cabeza.

Pero como era de esperar no podía dormir, y agradecí muchísimo que la niña de ojos azules decidiese dejar a su compañía en la otra habitación y viniese a mi cama, pues necesitaba un hombro donde llorar (literalmente) hasta que acabe durmiéndome por puro agotamiento físico y emocional.

3 horas duró mi descanso, porque cuando volví a abrir los ojos volvió a aparecer la angoixa que apenas me dejaba respirar. El tiempo no pasaba y yo solo deseaba que sonase el teléfono.

Cada media hora iba al ordenador, volvía a leer el post, miraba los comentarios… hasta que me di cuenta que habia editado. Vía e-mail descubro que ya esta despierta pero no tiene intención de llamarme, así que sin pensarlo decido llamar yo.
Primero llamo al móvil, pero me lo encuentro apagado; decido llamar al fijo y me encuentro una voz que dice: “telefónica le informa que siguiendo las instrucciones de nuestro cliente al que usted llama no es posible establecer su comunicación”. La cara de gilipollas que se me quedo después de escuchar eso no tendría desperdicio.

Y así estoy, sin saber que coño pasa, intentando no imaginarme lo peor y cagandome en cierto comentario que me ha tocado mucho los ovarios y del que no hablare ahora porque me pondría de mala ostia.