BAD NEWS

Como en todo, estos días han tenido cosas buenas y malas y he decidido primero contar lo malo, para que lo bueno sea el último recuerdo.

Como ya dije, el martes fui al Camp Nou con A. para ver ese emocionante partido de liga de campeones entre Barça – Weder Bremen.
En vista de cómo iba el partido, me preocupaba un poco ser la única barcelonista entre tanto alemán, pero por suerte los aficionados del Bremen son gente bastante tranquila.
Cuando estaba acabando el partido ya nos avisaron por megafonía que los del Bremen nos teníamos que quedar en nuestros asientos hasta que nos avisasen los de seguridad (una manada de mossos d’esquadra que poblaba los pasillos del estadio).
Acaba el partido y se van los jugadores, se van los aficionados del barça… vaya, si es que casi no quedaban ni los de mantenimiento y nosotros todavía esperando. Cuando por fin nos dejan salir del estadio lo hacemos en medio de un pasillo de seguratas y mossos, que no se si nos faltaba la alfombra roja para la entrega de los oscars o si se nos iban a tirar encima como criminales. Para colmo el pasillo de mossos seguía calle arriba hacia Maria Cristina, así que me acerco a uno de ellos y le digo:

- Perdona pero nosotras queremos ir a la línea azul de metro (que esta justo en sentido contrario)
- Pues no se puede, a no ser que os esperéis por aquí hasta dentro de un rato…

Vaya, ya era lo que me faltaba… yo que quería llegar pronto a casa porque al día siguiente tenia que levantarme temprano y no hacían mas que joderme. Así que no nos quedo otra que seguir el pasillo, coger la línea verde y hacer trasbordo… con la tontería llegue a casa a las 12.30.

El miércoles me despierto de buen humor a pesar de haber dormido poco, mi hermano es el encargado de llevarme al aeropuerto y llegamos antes de lo previsto.
Hago la cola para facturar, la cola para pasar por el detector de metales, la cola de embarque… y por fin estoy en el avión. Primer inconveniente: los pilotos y las azafatas solo hablan en ingles y mis conocimientos del idioma son penosos.
Cojo el folleto informativo de las medidas de seguridad del avión y veo el modelo: Boeing 737… “uis, estos no son los que se estrellan?”

Cuando ya llevábamos un rato en el avión sin despegar recibimos el primer mensaje del piloto:

- Bla bla bla, hay un problema, bla bla bla a ver si lo pueden solucionar, bla bla bla paciencia.

Bueno, un poco de retraso ya suele ser normal así que vuelvo a coger mi libro sin preocuparme.
Segundo mensaje:

-Bla bla bla sigue el problema, bla bla bla pueden utilizar los teléfonos móviles, bla bla bla paciencia.

Coño, esto ya empieza a preocupar. Cojo mi móvil para llamar a Drownie y avisarla que va a haber bastante retraso.

-Bla bla bla fallo eléctrico, bla bla bla intentan solucionarlo, bla bla bla paciencia.

Mi paciencia ya se esta agotando de tanto esperar y de no entender ni la mitad de lo que están hablando.
Como una hora i media después de haber embarcado el piloto vuelve a hablar:

-Bla bla bla, es mas serio de lo que pensaban, bla bla bla otro avión- “lo que???”

La gente se empieza a levantar, y al preguntarle a una chica que tenia detrás de mí me entero de que tenemos que bajar del avión y que ya nos meterán en otro.
Nos recogen unos autobuses y nos llevan a la Terminal otra vez… donde al cabo de media hora nos informan que no tendremos vuelo hasta las 6 de la mañana y nos compensan pagándonos un hotel y el desayuno.

Llamo a Drownie y me cago en easyjet y en toda su familia mientras reprimo las ganas de llorar de rabia. Nos han robado una noche… y eso no me lo compensan con nada.

Me vuelve a tocar hacer cola en incidencias para que me den el papel para el hotel, cola para subir en el bus que nos lleva al hotel, cola para recoger la llave de la habitación, cola para comprar un puto bocadillo en el bar del hotel… al menos eso me calma un poco y me tomo con resignación el tener que levantarme a las 3 de la mañana, que a las 4 es cuando el bus nos recoge para llevarnos al aeropuerto.

Después de dormir 3 horas me levanto, me ducho, recojo mis cosas y salgo de la cutre habitación de hotel con unas ganas locas de ver a mi niña… pero me encuentro a una pareja de abueletes ingleses que intentan decirme algo, así que bajo corriendo a recepción y me dicen que han cambiado la hora del vuelo, que sale a las 10 de la mañana en vez de a las 6.
Bueno, la mala ostia y la frustración que me entran son indescriptibles… pero me resigno y me vuelvo a meter en la cama a intentar dormir un poco, aunque no consigo dormir bien.
Por la mañana otra vez cola para subir al autobús, cola para facturar el equipaje, cola para pasar el detector de metales, cola para embarcar… subo al avión de los primeros, elijo un asiento de ventanilla a mitad del avión (Perdidos y Viven nos demuestran que los de la cola siempre la palman) y pienso “si hay otro problema me corto las venas con el folleto informativo” (como no podemos llevar nada en el bolso…)

El avión por fin despega, con un poco de retraso, acompañado de aplausos y gritos de jubilo de los pasajeros y aterrizamos también con aplausos… no me puedo creer que el destino me ponga las cosas tan difíciles para poder ver a mi niña, así que con desesperación cogí mi maleta y corrí hacia la salida…


(Continuará…)