LAS MALAS LENGUAS

Una vez alguien me comentó que los españoles, fuera de nuestro país, tenemos fama de ladrones y mangantes.

Hace un año hubiese pensado que solo son malas lenguas, pero ahora empiezo a pensar que quizás esas malas lenguas no vayan tan mal desencaminadas.

Todo empezó cuando vivía en Berlín. Allí el metro no tiene barreras, y en muchas de las estaciones ni siquiera tienen taquilleros, sino maquinas donde comprar los billetes. Los revisores pasan de tanto en tanto a controlar, y de todas las veces que he estado presente en un control de estos (que han sido bastantes) no han encontrado a nadie sin un billete valido.

Pero las únicas personas que me han hecho algún comentario sobre utilizar el metro son billete han sido español@s.

Allí también es bastante típico que las tiendas (sea de comida, de ropa, de cosméticos…) pongan algunos de sus artículos fuera, en la calle, a la puerta del comercio.
Y cuál era el comentario que me han hecho la mayoría de español@s ? (vaya, lo mismo que pensé yo) “y a nadie le da por llevarse algo?”, porque además no parece estar muy vigilado.

A parte de estas cosas, meine Frau flipa cuando le explico lo difícil que es escoger mecánico, porque te estafan que da gusto, sobre todo si eres mujer. Para los informáticos ¾ delo mismo, por eso todos procuramos tener amigos informáticos pues nos ahorramos montones de disgustos.

Con electricistas, albañiles, fontaneros, etc.… mejor ni pensarlo porque sino tendríamos que hacer demasiados cursos de CCC para no tener que dejar nuestra casa en manos de nadie.

La próxima semana tenemos que hacer una revisión del coche, y meine Frau está de lo más tranquila cuando yo me prepararía psicológicamente para un robo.

¿Podríamos nosotros vivir tan tranquilos, sin pensar que nos roban en cada factura que cae en nuestras manos? ¿Sin pensar cómo vamos nosotros a engañar para pagar menos?